lunes, 16 de abril de 2012

El Tráfico de órganos como negocio

El comercio de órganos humanos es una de las actividades más ruines que existen. Las mafias que operan en este campo efectúan todo tipo de acciones: secuestros de adultos y de menores, asesinatos, robos de cadáveres, soborno a políticos y magistrados, todo vale con tal de enriquecerse a costa de la vida del prójimo.
Para cualquiera que tiene capacidad para razonar, investigar y sacar sus propias conclusiones, sería ingenuo pensar que en el mundo no existe el comercio de órganos. Así como existe la prostitución infantil, el tráfico de armas, el narcotráfico, el robo de meteoritos, la trata de blancas, la venta de bebés, también existe un jugoso negocio en las sombras del que casi nadie habla.

Según un informe de las Naciones Unidas, se ha confirmado en América la existencia de tráfico de órganos en Argentina, Brasil, Honduras, y México, en su mayoría con destino a compradores alemanes, suizos e italianos. En Argentina ha habido casos de retirada de córneas de pacientes a los que se les declaró muerte cerebral después de haber falsificado exploraciones cerebrales.

El comercio de órganos es lisa y llanamente la compra y venta de una parte del cuerpo. Este infame negocio de órganos ocurre sobre todo en países en los que coexisten minorías con excelente nivel de vida (políticos, jueces, médicos), con mayorías pobres, con marcadas diferencias entre ambas, con un alto grado de injusticia social. Así, la minoría se apropia de los órganos de los pobres que sean compatibles y a su vez vende los órganos de los desposeídos a países altamente desarrollados y con déficit de donantes.

Por ejemplo, a la India suelen viajar numerosos pacientes ricos de Alemania, Japón y sobre todo Italia, para trasplantarse en condiciones nada seguras y sin las más mínimas garantías, con riñones comprados de personas extremadamente pobres. Ha sido también frecuente en Filipinas, Hong Kong y la China, países en los que los pobres venden un riñón por unos miles de dólares a ricos procedentes de países industrializados. También existe este sistema, en menor grado, en muchos países del norte de África y sobre todo en Egipto, en los que con frecuencia en la prensa se leen anuncios de oferta de riñones por parte de personas desesperadas por la pobreza, beneficiando a ricos desesperados por seguir viviendo.

El comercio de órganos es éticamente inaceptable por ser una forma abominable de explotación del hombre contra el propio hombre, permitiendo una desigualdad en las oportunidades de seguir viviendo gracias a un trasplante, a favor sólo de los ricos que están en posibilidades de comprar el órgano y a desmedro de los pobres que se ven obligados a vender parte de su propio cuerpo para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia o bien, ni siquiera eso, porque son asesinados en sanatorios y hospitales para aprovechar órganos vitales que de otro modo no podrían conseguir los traficantes.

Vemos que se está ante una práctica execrable, una acción criminal organizada, destinada a proveer permanentemente de órganos a clínicas y hospitales a partir de personas pobres, analfabetas, indigentes, etcétera.

Hoy, desde el punto de vista técnico, sin que pueda decirse que todo está conseguido, lo cierto es que los avances en materia de transplantes han sido espectaculares hasta el punto de que hoy día podemos decir que se puede trasplantar cualquier órgano o tejido a excepción del sistema nervioso central en su conjunto (donde no olvidemos que radica la propia vida del individuo). Se trasplanta cualquier órgano, desde los ya clásicos: riñón, corazón, hígado, páncreas, pulmón o más modernamente intestino, a las combinaciones de dos o más de ellos: los llamados “clusters” o trasplantes “en racimo”, que en ocasiones han llegado a sumar hasta seis o siete órganos. Las posibilidades son incluso mayores cuando hablamos de tejidos, verdadero futuro por desarrollar que incluye huesos completos, polvo de huesos para modelar o rellenar cavidades, cartílagos, tendones, piel de cadáver, piel cultivada, vasos sanguíneos, válvulas cardíacas y un largo etcétera que llega hasta donde pueda concebir la imaginación.

Argentina
Los argentinos tenemos en nuestro pasado y presente sin justicia, el crimen de la doctora Cecilia Giubileo, desaparecida misteriosamente el 16 de junio de 1985. La desaparición llevó al primer escándalo sobre tráfico de órganos surgido en la Argentina a raíz de las investigaciones realizadas para encontrar a la doctora.
La médica de 39 años, desde 1977, trabajaba en la Colonia Neuro-psiquiátrica Montes de Oca, fundada en 1915 en Torres, sobre la ruta 192 del partido de Luján, provincia de Buenos Aires. En esa institución, poco a poco, a través de los años, Giubileo fue reuniendo evidencias e investigando el tráfico de órganos y de sangre extraídos a los pacientes para su posterior venta clandestina.

La búsqueda de su cuerpo en ese lugar, que tiene una extensión de 270 hectáreas, permitió el hallazgo de túneles secretos donde se encontraron huesos humanos. Una inspección oficial de los archivos del psiquiátrico y de la cercana Colonia de Open Door reveló que entre 1976 y 1991 habían muerto 1321 pacientes y que otros 1395 estaban desaparecidos.

También se descubrieron cadáveres sin identificar en una ciénaga pestilente de 20 hectáreas, certificados de defunción falsos, alimentos en mal estado, maltrato a los internos, mala atención, violaciones, robo de medicamentos y otros delitos.
La policía sospecha que la doctora fue eliminada porque sabía demasiado, las últimas hojas de su cuaderno fueron arrancadas, se robó su libreta de direcciones y carpetas de su domicilio, también desapareció una grabación con datos y testimonios.
Según sus amigas, eran las pruebas de las sospechosas muertes y desapariciones de los pacientes que venía observando desde hace años. Sus familiares fueron golpeados por encapuchados y amenazados de muerte. También golpearon e intentaron secuestrar a varios de los amigos de la doctora y colegas de la colonia. Entre ellas las enfermeras "Chichita" Realini y Mabel Tenca, las últimas personas que la vieron con vida.

Las conjeturas sobre la desaparición de Cecilia Enriqueta Giubileo fueron infinitas. Se dijo que había descubierto una red que se dedicaba al tráfico de órganos y que, por eso, la habían secuestrado y asesinado. Simultáneamente a las investigaciones de la policía, se intentó desacreditarla, haciendo correr el rumor que se había exiliado en un pueblo limítrofe entre Ecuador y Colombia porque se había convertido en miembro de una secta religiosa y, también que mantenía relaciones con mujeres y practicaba ciencias esotéricas. La investigación en busca de su paradero reveló que ya tenía en su familia dos cuñados desaparecidos durante la última dictadura militar.
Cecilia Giubileo ingresó al Hospital Neuro-psiquiátrico por última vez, a las 21.38 horas del domingo 16 de junio de 1985. Después su figura se desvaneció en el aire. Nunca hubo una sola pista firme para encontrarla. Quedaron infinitas preguntas sin responder.

El director de la colonia, Francisco Elías Sánchez, no hizo la denuncia policial por la desaparición de la médica. En cambio, inició un sumario administrativo por el abandono de la guardia. La Casa Médica fue el último lugar en donde se la vio a la doctora Giubileo. Allí descansaban quienes estaban de guardia. Al otro día de su desaparición (un lunes), en el lugar comenzaron tareas de refacción y pintura de las habitaciones. Muchas pruebas se perdieron para siempre. La hoja del cuaderno donde constaba el último ingreso de la médica a la colonia fue arrancada. Incluso el diputado nacional Pérez Vidal, tomó cartas en el asunto e hizo una investigación. La causa pasó por varios jueces pero ninguno se quiso pronunciar al respecto y prescribió en el año 2000 sin condenar a nadie.

Pero el caso Giubileo continuó aunque llevó otros nombres. En noviembre de 1993 la BBC de Londres emitió un estremecedor informe que mostraba el tráfico de órganos en el mundo. Este programa, producido por Canadá y narrado por Bruce Harris examinaba el trafico de órganos y tejidos en Guatemala, Honduras, Argentina y Rusia. En Guatemala el programa decía que la única persona que había investigado sobre este tema había sido asesinada, con lo que se daba la impresión de que existían rumores y que cuando se intentaban investigar se corría el riesgo de ser asesinado por las mismas mafias que traficaban con los órganos.

En el programa se dedicó casi media hora a la Argentina. Por ejemplo, en 1984 a raíz de la desaparición de un niño, se detuvo al entonces director del Montes de Oca, Dr. Francisco Sánchez. El caso mencionado y otros similares pusieron al Gobierno argentino frente a la decisión de iniciar una investigación dirigida por Horacio Esbert, abogado del Ministerio de Salud. El Dr. Horacio Esbert declaró a la BBC de Londres: “Básicamente a partir de gente que trabajaba allí, se empezó a tomar conocimiento de que había tráfico de córneas; que las córneas eran extraídas de pacientes que morían y que tenían a sus familiares muy lejos y que no retiraban los cuerpos”.

Se verificaron irregularidades de todo tipo. Toda la sociedad quedó shockeada al descubrir a muchos pacientes desnudos, cuyo alimento diario era literalmente basura. La totalidad de los pacientes eran enfermos mentales, y muchos de ellos niños. Además, se descubrió una mafia involucrada en el tráfico de bebés, de sangre y de córneas.

La cantidad de muertes en la Colonia es asombrosamente alta, y las causas que figuran en los registros de estas muertes son absolutamente diferentes a las causas que figuran en los archivos personales de los pacientes. Según los registros, el 20% de la población de pacientes, muere o “desaparece” cada año. Ningún miembro del personal quiso hablar de lo que pasaba. Y los testimonios de los pacientes (psiquiátricos) no son legalmente admisibles.

El juez Federal Héctor Heredia se hizo cargo de esta investigación. A la pregunta que se le realizó sobre cual era la cantidad de córneas manipuladas, contestó: “De más de trescientas desde el año 1979 hasta 1983/1984. Quizás un poco más. Me han entregado una copia del testimonio del Sr. Santini, quien trabajó ahí, en la Colonia, por más de diez años, en donde dice cómo fue enseñado por el Dr. Sánchez a sacar las córneas de los pacientes en la morgue del establecimiento. El testimonio de Santini dice que él removía las córneas con una cucharita de café y que estaba orgulloso porque nunca había roto una córnea.”

Se le preguntó al Dr. Horacio Esbert si él creía que en el país había una red traficando ilícitamente con órganos, a lo que respondió: “Más que una red hay en todo el país grupos que se dedican al trasplante de órganos y dentro de estos grupos sin lugar a dudas hay gente inescrupulosa que se dedica al tráfico y sin lugar a duda esta gente es peligrosa.”

El Dr. Sánchez murió misteriosamente poco después en prisión, sin decir jamás cual había sido su rol dentro de toda esta locura.
¿Sería el tráfico de córneas lo que descubrió la doctora Giubileo y por eso la eliminaron?

El 15 de agosto del año 2000, el juez Rogelio Massón, a raíz de una denuncia anónima a uno de los responsables de la Oficina Anticorrupción, hizo una inspección a la Colonia Montes de Oca, quince años y dos meses después de la desaparición de la doctora Giubileo.

Lo que encontró figura en la causa y es lo siguiente:
"Encontré una estructura dentro de cada pabellón, que no es para que viva un ser humano, en cuanto a los baños y los lugares donde comen". "Los pacientes que tienen control de esfínteres les faltaban los calzoncillos o bombachas, no todos pero en su mayoría". "En la cocina y todo lo que estaba en la cámara frigorífica daba contaminado". "La carne estaba amarronada dentro de la cámara frigorífica y no tenían facturas de compra". "Una internada estaba atada con una sabana al costado de la cama y pregunté por que estaba atada teniendo en cuenta que sus necesidades fisiológicas las debía hacer ahí y los responsables no tenían respuestas". "En el pabellón 7 encontré más de lo mismo; una misma enfermera para 80 pacientes que se les dice gatosos por la inclinación a gatear". "Al no controlar esfínteres el aseo de ellos se realiza a través de una manguera con agua que se enchufa en una canilla de agua fría en agosto que es invierno, fecha de la inspección". "Faltaban pacientes que yo había derivado y cuando pregunté por ellos descubrí que los pacientes trabajaban haciendo tareas hogareñas en las casas de los funcionarios y empleados de la colonia Montes de Oca"

Después de iniciada la causa por el Juez Massón hubo una auditora del PAMI en la Colonia. La responsable de la auditoría fue la Doctora Liliana Magrini quien estuvo a punto de ser echada del PAMI por describir el estado de la Colonia de este modo:
"El olor penetrante que se siente es similar al de otras instituciones cerradas como las cárceles, para quien no lo haya percibido nunca cabe poner como ejemplo el olor de una jaula con monos sucia". "A los pacientes la comida es servida desde unos recipientes de plástico de color azul que colocan en el piso, y con un cucharón le sirven en el plato de metal. Algunos comen con cucharas otros comen con la mano. No hay vasos sobre la mesa".

"En el pabellón 7 los pacientes severos y profundos están hacinados y en su gran mayoría despojados de su ropa".

"Se observó a los pacientes ingerir la comida con las manos, algunos de ellos directamente del suelo donde se encontraba la comida, eventualidad observada hasta en el baño". "Se encontró un menor de 13 años con diagnóstico de parálisis cerebral, que se encontraba dentro de una cuna-jaula con los miembros superiores atados a los barrotes y sin tener acolchonamiento en el piso, ni tampoco protección en los barrotes para evitar golpes en su cuerpo". "Todas las instalaciones carecen de condiciones mínimas de higiene y confort". "Los pacientes deambulan sin ropas y duermen en los pisos cubiertos por frazadas sin que el personal intente acompañarlos a sus camas, vestirlos o demostrar algún tipo de interés o de afecto".

En el 2005 seguían despareciendo internados de los hospitales psiquiátricos tal como sucedió en décadas anteriores. Al respecto, el diputado socialista Héctor Polino presentó el 1º de junio de 2005 un Pedido de Informes para que se aclare la desaparición de 315 pacientes que se habrían producido entre enero y abril de 2005, en el Hospital Neuro-psiquiátrico “Dr. Domingo Cabred”, de la localidad de Open Door, correspondiente al partido bonaerense de Luján.

En su iniciativa Polino solicita también que se entregue la lista de esos pacientes -nombre, apellido, documento de identidad y número de Historia Clínica-, y las razones por las cuales las autoridades del Hospital no realizaron las denuncias correspondientes.

En caso de tratarse de alguna fuga, el legislador preguntó si se tiene información de haber sido localizado algún paciente de los 315 que estarían en carácter de desaparecidos. Julio Acedo, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), seccional Luján, asegura que hasta el momento “no se ha dejado constancia alguna de que las personas denunciadas como fugadas hayan regresado a los pabellones o que hayan aparecido en sus hogares”.

El diputado Polino sostuvo que sobre las desapariciones no se habría realizado ninguna denuncia a las autoridades competentes y no se tendría constancia de si estas personas están vivas o muertas. La vox populi dice que todos los desaparecidos fueron asesinados para quitarles los órganos.

Las causas de los decesos están siendo investigadas por la Policía Científica de General Rodríguez. Lo único que se informó es que no son desapariciones sino “fugas” de los internos.

Algo comenzó a cambiar en la Colonia Montes de Oca, que fue hasta hace no mucho tiempo un símbolo de la desidia y del horror en algunos casos”, dijo Ginés González García, Ministro de Salud de la Nación, al hablar ante los profesionales y personal que trabaja en esa dependencia, y agregó que “hoy se comienzan a clausurar esas páginas tristes para convertirse, de a poco, en un lugar de cuidado para aquellas personas que sufren discapacidades físicas y mentales".

Durante la visita a la colonia el 23 de Febrero de 2007, González García dejó inaugurados dos Centros de Día en los que los internos trabajan en talleres de pintura y escritura, al tiempo que recorrió el nuevo pabellón de la Unidad de Rehabilitación y Cuidados Especiales (Urce), dependencia que reemplazó definitivamente a las antiguas "celdas de aislamiento" donde eran derivados los pacientes con graves dificultades de adaptación y trastornos de conducta, entre otros problemas.

En la actualidad, la colonia alberga a unos 900 pacientes –entre jóvenes y adultos– que llegan derivados por la Justicia, "pero hay muchos de ellos a quienes tuvimos que reconstruirle su propia historia ya que no se sabía quienes eran, de dónde venían y por qué habían llegado hasta este lugar", afirmó Jorge Rossetto, interventor del centro asistencial.

El 30 de noviembre de 2005, los legisladores sancionaron la ley del “donante presunto” por la cuál, todos los argentinos mayores de edad, que no manifiesten su negativa, son de hecho, donantes de órganos.

Si el tráfico de órganos no existe como alegan algunos parlamentarios argentinos que aprobaron la Ley del donante presunto, es porque tal vez desconozcan detalles de las investigaciones realizadas a raíz de la desaparición de la Dra. Cecilia Giubileo.
El eurodiputado socialista por Francia, Leon Schwartzenberg, no opinaba lo mismo. La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Protección al Consumidor del Parlamento Europeo le solicitó un informe el 16 de octubre de 1991. En el mismo, este médico, que fue ministro de Sanidad de Francia, concluía: “El tráfico ilegal de órganos existe, lo mismo que el tráfico de drogas, y con frecuencia está organizado por las mismas personas. Este tráfico es tanto más monstruoso puesto que se basa en la condena a muerte de personas vivas para extraer de ellas los órganos que se venden con beneficio”.

A raíz del informe, el Parlamento europeo adoptó una "resolución sobre la prohibición del comercio en el transplante de órganos", el 14 de setiembre de 1993. La resolución llama a "tomar medidas para frenar la mutilación y asesinato de fetos, niños, y adultos en ciertos países en desarrollo cuyo propósito es proveer órganos para transplantes". Con lo cual, la Comunidad Europea reconoce que el tráfico de órganos existen.

La convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada trasnacional, que se refiere a la prevención, represión y sanción de la trata de seres humanos, incluye en su definición de la explotación humana, la extirpación de órganos.
También la Organización Mundial de la Salud condenó la práctica de venta de partes del cuerpo humano, prohibió la publicidad de órganos a cambio de un precio y estableció el principio de igualdad respecto de las donaciones.

El pago por órganos y tejidos para donación y transplante debe estar prohibido. El incentivo económico, compromete el carácter voluntario de la decisión y la base altruista de la donación de órganos y tejidos", afirma una resolución de la Asociación Médica Mundial, de noviembre de 2000. "Los órganos que se sospeche hayan sido obtenidos a través de una transacción comercial no se deben aceptar para un trasplante", añade terminantemente el documento.


No sólo el famosos caso Giubileo de la Colonia Montes de Oca , donde a los pacientes se les sacaban los órganos y los “morían”, sino además sobre la gente pobre mas desposeída, que hoy en día ha incrementado su evolución, son las mayores víctimas, pero no las únicas.

Sectores de la Policía Bonaerense “habrían sido censurados”, y presionados para que no se investiguen ciertos indicios. Por otra parte existen otras pruebas de algo que se quiere ocultar deliberadamente.

Sin ir mas lejos, esta el caso en Rafael Castillo, donde una niña de 14 años fue secuestrada para extraerle sangre y los casos de los niños de la calle secuestrados, para extraerle sangre, que mucha gente los vio por Crónica y otros pocos medios de prensa.

Por supuesto esto es más que un secreto de Estado, es “Una organización de ocultamiento” un sistema donde estarían involucrados altos funcionarios y gente de muchísimo poder.

El Incucai, afirma que en Argentina no hay trafico de órganos, “porque es mala publicidad para las donaciones”. Porque saben , que la gente sabe del secreto a Voces. Este hecho nos puede hacer pensar, ¿es por que es mala publicidad? o por qué son cómplices?, quien nos garantiza , que el Estado o esta organización no son corruptos? Pensemos un minuto como policía que investiga y seamos objetivos...
Actualmente hay proyectos para que “todos seamos donantes” salvo que vayamos y declaremos que no queremos serlo.

Hemos observado también “el aumento de accidentes”. Además, la gente considera que la ablación de órganos debe ser de un cadáver, y no es así. Cuando se produce la muerte cerebral, se declara al paciente clínicamente muerto.
Ley del donante presunto

En 2005, el Ministro de Salud y dueño de parte del negocio de la cadena de farmacias "Dr. Ahorro" festejó la publicación en el Boletín Oficial de la "Ley del Donante Presunto". La promulgación de tal legislación permitirá a las mafias del tráfico de órganos -muy activas en la Argentina- hacer jugosos negocios a partir de las personas que no manifestaron su oposición a donar.

La modificación a la legislación sobre transplante de órganos, convertida en ley por la Cámara de Senadores de la Nación, introduce la figura del "donante presunto", pero mantiene la consulta con los familiares sobre la última voluntad del fallecido.
Se trata de un cambio impulsado por el ministro de Salud y Ambiente, Ginés González García -que participa con total impunidad en el negocio de la cadena de farmacias "Dr. Ahorro"-. El objetivo es acelerar el proceso de puesta a disposición de órganos para aquellos que lo necesitan.

El artículo 19 en el que reside la principal modificación de la Ley 24.193, establece que aún si el vínculo familiar no determina su consentimiento a la extracción de los órganos, la decisión final dependerá de la justicia.

La legislación determina que "la ablación podrá efectuarse respecto de toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos, la que será respetada cualquiera sea la forma en la que se hubiera manifestado".

Pero el análisis profundo que corresponde a una noticia de tal magnitud, no ha sido explorado por los medios de la Argentina. La promulgación de la ley es, a todas luces peligrosa, pues juega notablemente a favor de las mafias del tráfico de órganos que pululan por el país, y que mantienen contactos en altas esferas políticas, así como también entre algunos integrantes de la comunidad médica nacional.

Gracias a la "Ley del Donante Presunto", toda persona que no haya especificado su oposición a donar órganos, se convierte en un objetivo potencial de estas mafias. El crimen organizado dentro de este rubro trabaja en silencio junto con ciertos "profesionales" de la medicina, expertos en "aplanar" artificialmente las gráficas de los electroencefalogramas de víctimas de accidentes que podrían ser salvadas, pero que constituyen un mejor "negocio" luego de fallecidas.

En su desesperación, los familiares de personas enfermas que precisan de un órgano para continuar viviendo, han presionado al Gobierno para la promulgación de esta ley, pero en el camino han olvidado que el fin no justifica los medios a la hora de salvar a sus seres queridos.

En este sentido, los familiares de pacientes en lista de espera de INCUCAI se han asociado para criticar duramente y en forma pública a aquellos ciudadanos responsables que alertan sobre la existencia de las mafias de tráfico de órganos, ignorando de cabo a rabo lo que sucede en los oscuros pasillos de muchos hospitales públicos y privados. Al parecer, también muchos olvidan las innumerables veces que los archivos de INCUCAI fueron "extraviados" o incendiados por manos "torpes".
Desafortunadamente, la Dra. Giubileo -asesinada por sicarios de estas mafias mientras investigaba la muerte de pacientes con retardo mental, no está con vida para poder arrojar luz sobre la cuestión.

El tráfico de órganos en la Argentina no sólo es una realidad comportable: se conoce su asociación no sólo con médicos y la política, sino también con la Justicia, sugestivamente inoperante a la hora de condenar a aquellos doctores que han modificado resultados de electroencefalogramas, y a individuos que secuestran a personas por horas, sólo para sacarles sangre con jeringas y luego declarar a sus víctimas que "no sirven para lo que estaban buscando". Porque extraer sangre en forma compulsiva no es un delito.

Conoceremos más secuestros y ablaciones clandestinas. Y podremos leer en los DNI de estas víctimas que manifestaron donar sus órganos o que simplemente no hicieron declaración al respecto.

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